Este laboratorio de investigación escénica se ocupará de la representación teatral de la violencia. Partiendo de que los hechos reales de la vida han de ser elaborados a través de la creación para poder ser representados, nos queremos adentrar en la palabra y el cuerpo psicofísico de los actos que recibimos como perturbadores de un estado o situación natural.
No nos interesa la violencia real en escena, como ocurre en la performance, sino investigar en la expresión de la violencia con los medios específicos de la teatralidad. ¿Cuántos estilos dramáticos dan cabida a la representación de la violencia? ¿Cuál es el que hoy potencia más su representación frente a la inmediatez y el verismo de los medios de comunicación? ¿Cuál es el límite del dolor entre intérpretes y espectador? ¿Cuál ha de ser la distancia para lograr ese efecto? ¿Dónde está la violencia del lenguaje verbal y dónde la del cuerpo? ¿Cuanto más “trucada”, más eficaz?
Constatamos que una de las reacciones, como sociedad y como espectadores, es responder ante la violencia perturbadora con el humor y nos preguntamos: ¿cuál es la recepción de la violencia en el espectador? ¿Cuál es el mecanismo que le provoca responder con la risa ante la situación violenta que le incomoda?
Para ayudarnos con esas preguntas y explorar los tres ámbitos de la violencia (física, psíquica y verbal), contaremos además con profesionales del campo de la psicología y con del ámbito de la defensa personal.
Esperamos que la investigación nos sirva para explorar hipótesis y descubrir mecanismos con las miras puestas en una práctica escénica más rigurosa.
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